Asegura la seguridad de tu equipo con nuestra ropa ignífuga (FR), diseñada para entornos de trabajo de alto riesgo. Disponible para envío inmediato con bajos requisitos de pedido mínimo. En nuestro inventario encontrarás:
Polo de Manga Larga Ignífugo (Color Azul Marino): Mantén la protección sin comprometer la comodidad. Este resistente polo ofrece cobertura ignífuga completa con un aspecto profesional.
Camisa Ignífuga con Botones Ocultos (Color Azul Marino): Camisa de manga larga con botones ocultos, diseñada para cumplir con los estándares de seguridad y ofrecer una apariencia elegante.
Pantalones Ignífugos(Color Azul Marino): Construidos para brindar seguridad y durabilidad, estos pantalones ofrecen resistencia al fuego con la máxima comodidad.
Overol Retardante de Fuego (Color Azul Marino): Diseñado para brindar protección integral, este overol de una sola pieza ofrece resistencia al fuego y máxima seguridad.
Equipa a tu equipo con la mejor ropa ignífuga para protegerlos en condiciones peligrosas.
para uso rudo. Otros modelos y grosores de ropa ignífuga se pueden fabricar a partir de 200 piezas. Se tienen disponibles telas de:
-Tecnología Lenard
-Industrial: Xispal 830 o 825 50 % algodón, 39 % acrílico, 10 % viscosa, 1 % ant.
-Industrial Premium: Valent 937 52 % algodón, 22 % acrílico, 19 % viscosa, 6 % p-Ara
-Polos: Piqué 825 Inh. Ignífugo 50 % algodón, 39 % acrílico, 10 % viscosa, 1 % ant.
-Sudaderas: 838 XRS 50 % algodón, 39 % acrílico, 10 % viscosa, 1 % ant.
-Chaquetas: Forro acolchado 828
-Resistente a los ácidos: 720AA 100 % EPI Clase de protección I o II
La ropa ignífuga está diseñada para proteger a los trabajadores de riesgos relacionados con el fuego, calor extremo, y otros peligros térmicos, como salpicaduras de metal o arcos eléctricos. El vestuario laboral inherentemente ignífugo ofrece protección total, ya que sus propiedades de cero inflamabilidad no dependen del número de lavados, lo que significa que nunca perderá esta característica técnica. Este tipo de equipo de protección es esencial en industrias donde los empleados están expuestos a altas temperaturas, chispas, llamas o fuegos repentinos, reduciendo significativamente el riesgo de quemaduras graves.
Las prendas ignífugas se destacan por su capacidad para no encenderse fácilmente, incluso cuando están en contacto directo con el fuego. Estas prendas están diseñadas para ofrecer una protección confiable en entornos de alto riesgo. Algunas de sus características clave incluyen:
Resistencia al calor y a las llamas: Los tejidos no se derriten ni queman con facilidad, lo que permite que las prendas protejan de manera efectiva en situaciones extremas. Además, cumplen con normativas fundamentales como la EN 11612, que incluye pruebas de inflamabilidad (EN 15025), calor radiante (ISO 6942) y salpicadura de metal fundido (ISO 9185).
Durabilidad: Estas prendas son robustas y resistentes, diseñadas para soportar condiciones de trabajo extremas. La durabilidad también se garantiza gracias a la confección en estilo industrial, con elementos como bolsillos cubiertos con el mismo tejido técnico y solapas que cubren los botones, cumpliendo con normativas de seguridad y protección.
Confort: A pesar de su alta resistencia, muchas prendas ignífugas están diseñadas para ser cómodas, ligeras y flexibles, permitiendo libertad de movimiento. La confortabilidad se logra mediante el uso de tejidos transpirables que garantizan comodidad durante largos periodos de uso.
Antiestática: Algunas prendas incluyen fibra de carbono para disipar cargas electrostáticas, evitando la acumulación de electricidad estática, que podría generar chispas peligrosas, especialmente en zonas ATEX (atmósferas explosivas), como en la industria petroquímica, fábricas de pinturas, o manejo de solventes o químicos. Estas prendas cumplen con la Normativa antiestática EN 1149/3/5.
La clave para seleccionar el vestuario laboral inherentemente ignífugo es entender los riesgos específicos de la industria para poder ofrecer las soluciones más adecuadas. Además de su diseño y confort, es fundamental que estas prendas cumplan con las normativas relevantes, como la ASTM F1506, necesaria para cumplir con la NFPA 70E, que protege contra riesgos térmicos por un posible arco eléctrico.
Existen diferentes tipos de ropa ignífuga según las necesidades específicas del trabajo y el nivel de riesgo asociado:
Overoles ignífugos: Cubren todo el cuerpo y son ideales para trabajos en refinerías, petroquímicas o soldadura. Para estos sectores, como el petroquímico, eólico o fotovoltaico, se recomienda el uso del overol ref. 825 Xispal, diseñado para entornos de alto riesgo.
Chaquetas y pantalones ignífugos: Se utilizan en combinación para brindar protección mientras permiten flexibilidad en trabajos como la minería o la construcción. Si el riesgo está relacionado con tareas de mantenimiento o pequeñas salpicaduras de metal, se puede optar por camisola, pantalón u overol de la ref. 830 Xispal.
Ropa de alta visibilidad ignífuga: Es usada en entornos donde se requiere protección contra el fuego y, al mismo tiempo, alta visibilidad, como en zonas de tráfico o construcción vial.
Es importante determinar el tipo de trabajo y el área de riesgo antes de seleccionar el vestuario. Por ejemplo, para el sector eléctrico, donde existe riesgo de arco eléctrico de hasta 8 cal/cm², se recomienda la playera polo ref. 822R1, categoría 2.
Conociendo el entorno de trabajo, se puede elegir el vestuario inherentemente ignífugo más adecuado, garantizando la máxima protección sin perder funcionalidad.
El nivel de resistencia al fuego de la ropa ignífuga varía según el material y la certificación de las prendas. Estas deben cumplir con normativas internacionales, como la NFPA 2112 o la ISO 11612, que garantizan su capacidad para resistir llamas directas, calor convectivo y otros tipos de exposición térmica. La resistencia puede ser temporal (durante la exposición directa) o permanente, dependiendo del material de fabricación.
En el caso del vestuario laboral inherentemente ignífugo, todos los tejidos están diseñados para no arder nunca, incluso en situaciones de calor extremo. Sin embargo, con temperaturas muy elevadas, los tejidos pueden carbonizar o cristalizar, especialmente a niveles de 260 grados centígrados. A pesar de esta reacción a la alta temperatura, las prendas no se incendiarán ni propagarán el fuego, lo que ofrece una protección fiable en entornos de riesgo térmico elevado.
Al elegir ropa ignífuga, es importante considerar varios factores para asegurar su efectividad y durabilidad:
Nivel de protección adecuado: Asegúrate de que la prenda cumpla con las normativas de seguridad requeridas para tu entorno laboral, como la NFPA 2112 o ISO 11612.
Comodidad y ajuste: La ropa debe ser cómoda para su uso prolongado y no restringir los movimientos. El ajuste adecuado es esencial para garantizar tanto la protección como la facilidad de movimiento en el trabajo.
Compatibilidad con otros equipos de protección: Verifica que la prenda sea compatible con cascos, guantes y otros elementos de protección personal, para mantener la seguridad en todo el equipo de protección.
Mantenimiento y lavado: Sigue las recomendaciones del fabricante para prolongar la vida útil de la ropa y garantizar que mantenga su capacidad ignífuga. Para las prendas inherentemente ignífugas, es preferible lavarlas con jabones líquidos, evitando el uso de suavizantes, peróxidos o cloro, ya que estos productos pueden afectar el color, aunque nunca perderán su característica técnica ignífuga. Las lavanderías industriales pueden ser utilizadas para eliminar grasas o aceites de las prendas.
En el caso de las prendas ref. 825 u 830 Xispal, la temperatura máxima de lavado es de 75 grados y los túneles de secado pueden alcanzar los 150 grados.
Para las prendas ref. 822R1 Xispal, la temperatura máxima de lavado es de 40 grados y el secado debe realizarse a una temperatura máxima de 90 grados.
Estos cuidados garantizarán la durabilidad y el rendimiento óptimo de la ropa ignífuga a lo largo del tiempo, manteniendo su eficacia protectora en condiciones laborales exigentes.